Este autorretrato con modelo, exhala un lirismo apacible, luz intimista que disuelve imperceptible los contornos de las cosas, sin que se pierdan su atractiva nitidez.
Figuras plenamente humana tanto en su aspecto exterior como en su expresión gestual, y se mueven en un espacio verosímil que las permite respirar, denota una observación directa de la naturaleza en lugar de recurrir a esquemas preestablecidos